También
las avispas
construyen
sus nidos
con
papel.
―――――――――――
Cuando
cumplió dieciséis, Gregor
Schneider se
mudó a
una casa que
su familia tenía
en Rheydt, una
ciudad cercana
a Colonia. Desde
entonces, durante más
de
veinte años, la convirtió en el espacio en el que poder
experimentar y
reflexionar de manera práctica
sobre la
soledad,
el miedo y la memoria.
Haus u r (1985).
Tiró
tabiques. Levantó otros.
Construyó nuevas
habitaciones dentro
de las habitaciones que ya existían.
Un muro
frente a otro muro. Una ventana
delante de otra
ventana.
Un lugar que es el doble de sí mismo.
Donde los recuerdos pesan el doble.
Donde las sombras miden el doble.
Y
donde nunca terminamos
de estar seguros
de si
todavía
seguimos viviendo allí.
―――――――――――
Un
buceador que escala una montaña
por
primera vez.
Un
alpinista que trata de llegar
al
fondo del lago
mientras
contiene la respiración
a duras
penas.
Justo
eso es la poesía:
una
persona fuera de lugar,
alguien
que se esfuerza
por
mantenerse
a flote
o sin caer
entre
el susurro y el grito.
José
María Cumbreño
No hace
falta que entiendas lo que pone en tu camiseta
Ril
Editores
No hay comentarios:
Publicar un comentario