Algunas
palabras sobre ”LEGOLAN”, el último poemario de Pablo Müller, editado por
LUPI..."canto con las mujeres de verso en pie / voz alzada / que llaman
desvergonzadas / y que saben que vergüenza es / una palabra mordaza / que
señalan al maleante / y le ponen copla y cantar / y luego huyen embozadas /
entre las grietas de piedra / de las calles azules / cuando se escuchan los
pasos del alguacil". Al igual que lo hiciera Withman, pero con un lenguaje
trasgresor y en un contexto totalmente nuevo, Pablo Müller ha creado en
Legoland un canto universal en el que muestra su inmensa capacidad para abarcar
en verso y prosa todos los matices del alma humana, así como indudable
profundidad en su reflexión sobre la andadura del mundo, en el que incorpora
todas las edades (…”los ancianos no/pueden estar /dentro de /Legoland/porque
Legoland/ es el lugar de los no ancianos…”), oficios y géneros: (…“nosotras es
un pronombre hermoso…”), y en el que rescata la belleza entre preguntas y
escenarios rutinarios de trabajo, juego y también de prohibiciones. Porque
siempre existieron los juegos para el disfrute y creatividad individual y
colectivo, pero también como distracción y desvío de los intereses que afectan
al conjunto de la humanidad. A través de ese canto-poema que atraviesa el
libro, el autor deja que la palabra transcurra por los entresijos del interior
humano, sin ser constreñido a formas acabadas, normas o etiquetas, porque
“arrancó sus puertas/al inicio de la jornada//…porque el poema debe traspasar
todas las puertas que encuentre a su paso/porque el poema no comienza hasta que
toca con los nudillos/las puertas de la consciencia...".
Zorionak,
Pablo Müller, por el maravilloso despliegue ejercido en pro de la palabra
honesta.
Isabel Hualde
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