PAN
PARA HOY
Mis
pies en equilibrio.
Ni
se sienten ni son.
Con
una sed antigua,
espaciada
y caliente.
Mastico
el pan como si me sobrara.
Me deslizo
como deslizaría
el filo
de un cuchillo.
Las heridas
apenas me conmueven.
Un día
me levanto con las manos vacías.
Otro,
le pido a alguien que me cante una nana-
Tengo tantas
señales picadas
que se
me han hecho costra
y no se
me despegan.
Soy, a
veces, colores.
A ratos,
penitencia.
Inma Luna
Nada
para cenar
Ediciones
de Baile de Sol
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