Hoy, el
Dr. X envió un mensaje diciendo que la oficina estaba cerrada
y que
él estaba en casa con coronavirus. Dijo que esperaba estar
mejor
el  próximo  martes 
y que llamaría  entonces, y que,
si no,
le
diría a algunx de  sus compañerxs  que se pusiera en contacto.
Hoy,  tuve 
una  sesión  de 
Skype  con la Dra. X. Cuando le
hablé de
mi  temor 
a no volver a salir de casa, me 
dijo  que era mejor no
pensar
en el futuro, que ya tenemos bastante con el ahora.
Hoy,  hice 
seis  notas  de 
Purgatorio  XXIV,  algunas 
revisiones  de 
Purgatorio
III.
Hoy,  crucé 
mensajes  con X,  que me 
dijo que podría tener el virus.
Intentará
hacerse la prueba mañana.
Hoy,  hice 
revisiones  de  Purgatorio II 
y  una nota para Purgatorio
XXIV.
Hoy me
llamó X. X me mandó un mail.
Hoy  terminé 
las  notas de  Purgatorio 
XXIV y comencé a  corregir
Purgatorio
XXV.
Hoy
llamé a X. X me mandó un mail. Se la veía 
bien. Tener  ese tipo
de
personalidad tenazmente positiva.
Hoy
hice la compra online. Debería haber comprado más cosas, pero
tuve  que 
ser  rápida o me  arriesgaba a perder esa oportunidad
única.
Hoy  corregí 
Purgatorio XXV,  comencé a  trabajar 
en las  notas de
Purgatorio
XXV, hice algunas correcciones a Purgatorio XXVI.
Hoy  puse 
la escalera  sobre  la mesa 
del comedor y me subí para
quitar  la 
pesada  lámpara   de 
vidrio  y  cambiar 
las  bombillas
fundidas.
Luego, equilibrándome en lo alto de la escalera —donde
el peso
del vidrio resultaba  amenazador—  puse la lámpara otra
vez en
su sitio.
Mary Jo
Bang
El
presente ahora
Kriller71ediciones

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