SE
SUPONÍA QUE ÍBAMOS A MORIR
en
medio de una guerra
&
no a nacer en medio
de
enfermedades de laboratorio.
Mientras
nos sacábamos la ropa
me
preguntaste mi nombre & yo te dije
: como no tengo país, no tengo nombre.
Durante
todo este tiempo
supuse
que Mao Tse Tung & el sudeste asiático
eran un
tipo de restaurante chino
donde
se come con palillos
&
se corta muy finamente la carne.
¿Qué
parte del cuerpo arrojaremos
hoy a
la historia?
¿De qué
parte de la narrativa oficial
vamos a
ser borrados?
Una vez
que fuimos derrotados
volvimos
a casa en silencio
para
ser el subproducto de conversaciones
de
otras personas.
¿Qué se
perdió en el camino?
Las
riquezas sólo producen riquezas
decían
por televisión.
En el
jardín donde te quería besar
fui
picado por cientos de abejas.
No
puedo ser bueno con todos
para al
fin ser bueno solo con un grupo
selecto
de personas.
Los
jóvenes con sus camisas de diseñador
se
apuntan a sí mismos en el aire
dándose
el nombre de héroes
elevan
su voz con el viento como cómplice
mientras
afuera el sonido de las patrullas
&
el de las personas cavando tumbas
se hace
intenso.
&
de nuevo las ideologías arrastran
sus
pies huesudos hasta aquí.
&
de nuevo los discursos de partido preparan
en sus
máquinas de escribir un sueño inocente.
Para pintar retratos de vacas
es necesario pensar como un animal
—dice Van Gogh.
A esta
hora la sangre siempre cae
el
carnicero afila sus cuchillos.
Aquí no
hay héroes. No hay Historia
solo un
intenso dolor de labios recorre el cielo.
Allá en
un edificio lejano nos acostamos
nos
sacamos la ropa al lado de un campo de tiro infinito
donde
las masas devoran y devoraban
los
sueños comunitarios de nuestros antepasados.
Víctor
López Zumelzu
Si tan
solo esto que te digo fuera dinero o sexo
Ediciones
Liliputienses
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