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martes, 31 de mayo de 2022

CINCO ENIGMAS DE LA CASA DEL PLACER DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ

 

 

 

 

 

 

¿Quál es aquella homicida

que piadosamente ingrata

siempre en quanto vive mata

y muere quando da vida?

 

 

 

 

 

¿Quál será aquella aflicción

que es con igual tiranía

el callara, cobardía,

dezirLa, desatençión?

 

 

 

 

 

¿Quál puede ser el dolor

de efecto tan desigual

que, siendo en sí el mejor mal,

remedia otro mal mayor?

 

 

 

 

 

¿Quál es la Sirena atroz

que en dulzes ecos velozes

muestra el seguro en sus vozes

guarda el peligro en su voz?

 

 

 

 

 

¿Quál puede ser el cuidado

que Libremente imperiozo

se haze a sí mismo dichoso

y a sí mismo desdichado?

 

 

 

Sor Juana Inés de la Cruz

Enigmas de La Casa del Placer

 

Sabina editorial


lunes, 30 de mayo de 2022

EL PERRO EN LA PUERTA DE LA CASA DE PABLO FIDALGO LAREO

 

 

 

 

El perro en la puerta de la casa

 

 

El perro en la puerta de la casa

me ve y se tira al suelo contra la pared

para decir que quiere jugar ahora.

Lo acaricio con el pie y le hago cosquillas

y cuando dejo de acariciarlo se vuelve loco.

Necesita jugar porque la vida de un perro

en ningún sitio fue tan difícil como aquí,

 

Y, de pronto, mientras se revuelca veo que llora.

¿Está llorando porque está loco

o por el viento que no se para?

¿Hace el viento llorar a los perros?

¿Los enloquece hasta el llanto?

Nadie me lo explicó.

 

Este es un viaje del norte al sur

y de las personas a los perros.

Del miedo se sale con fascinación.

¿Sería suficiente para quedarme aquí

saber que podré jugar con este perro todos los días?

 

Tú no has estado nunca tan lleno de vida,

no has sabido esperar en la puerta de nadie,

no has tenido nunca un deseo de jugar

tan claro y tan urgente.

Y si lo has tenido, no lo recuerdas

por tu bien.

 

¿Ha venido a morir a la puerta de la casa?

¿Qué significa ir a morir a un sitio

que se parezca a un lugar?

¿Qué significa arraigarse

en el último momento?

 

Todo esto lo pienso mientras jugamos,

mientras miro cómo su cuerpo salvaje

se mueve bajo mis pies.

El perro tiene memoria del miedo que me daba

y que podría despertar en cualquier momento,

pero ni él ni yo damos ya nada por hecho

ni nada por perdido.

 

Tú y yo no nacimos para estar en casa

sino para elegir una puerta

y esperar que alguien quiera jugar.

¿Quién eres en la puerta de mi casa,

la vida o la muerte?

 

 

 

Pablo Fidalgo Lareo

El perro en la puerta de la casa

 

Ediciones Liliputienses


domingo, 29 de mayo de 2022

GATAS PARIENDO DE HOTEL PARA ERIZOS DE GUADALUPE GRANDE

 

 

 

 

G A T A S   P A R I E N D O

 

 

 

Así escuchas  las  cosas  de tu vida  como  el  maullido de un

gato al fondo del jardín

 

Te  despiertas  de   madrugada  y  oyes  al  fondo  muy  fondo

ese remoto maullido de gato recién nacido

 

Y un verano y luego otro y otro más hasta llegar a esta noche

 

al fondo del jardín al fondo

 

Así escuchas las cosas de tu vida así escuchas las cosas del

mundo        a oscuras        de noche          palpando el

susto de no entender o el de no querer hacerlo

 

y ese gato no para de  maullar y es una pequeña  herida  no

sabes de qué no sabes de quién pero ahí está insis-

tiendo clamando  de  hambre  y  noche   al borde del

peligro  al borde del  abismo al  borde del jardín  Un

coche un faro luego nada

 

Y  continuarán  los maullidos más obcecados que tú y si  no

al tiempo al  próximo  verano  hasta la próxima ca-

nícula  sonido  desvalido  como  una  onomatopeya

tan poco lírica que no la puedes escribir

 

Qué pensaría nadie y quién  es nadie  al leer  esta onomato-

peya  tan líricamente  escrita tan  ridículamente so-

nora tan de viñeta de posguerra

 

pero suena cada noche

 

y tú para bordear la herida dices que así empezó todo con

una   onomatopeya  con   un  sonido   innombrable

como ahora el insistente maullido del gato  recién

nacido convocándote a dónde pidiéndote qué

 

O quizá  algo  peor  tal  vez  nada  te convoque y tan solo te

despiertas en medio de la noche para ser el preca-

rio testigo que no puede traducir una onomatopeya

Eso te dices para bordear la herida

 

Escuchas  el  maullido  del  gato   Has visto un hombre sin

brazos al borde de la limosna has rozado la pierna

perdida del animal en el pantalón doblado sobre el

muslo has comprendido que la muerte es un ramo

de rosas de plástico atado a un farol

y te has  preguntado  qué  palabra  no es una onomatopeya

indescifrable, una persecución en la sombra

 

Un verano  y otro  al  fondo  de la vida al fondo del jardín al

fondo del sonido

 

Y las  gatas  siguen  pariendo  sin  parar y paren onomatope-

yas que al fondo del jardín resuenan como las tablas

de la ley

 

 

 

Guadalupe Grande

Hotel para erizos

 

Calambur


sábado, 28 de mayo de 2022

CEREZAS SOBRE LA MUERTE DE MARIO OBRERO

 

 

 

 

FRUITU HITZA «disfrutatu» esan nahi duen

[latinezko fruor aditzetik

dator. Fruitua, gainera, landareen izerditik

[eta lurreko ur ezkutu eta

ilunetatik edaten duen sustrai sakonetik

[dator.

Miraveten dagoen Pernafeiteseko hobi

[komunaren gainean, ehun

bat soldadu errepublikano zeutzan lekuan,

[landatutako

gereziondoak aldenduta, lokatuta hazi ziren,

[fruitua jaiotzea

galarazten duen herio batek karraskaturik

[bezala. Lur horretako laborariak gorpuak

desobiratzean eta gereziondo berriak

[landatzean tematu zen.

Gereziak herioaren gainean aztarna

[eleaniztun bat da.

Isiltasunaren artetik itxaropenaren fruituak

[erneberritzen dituen oroimen bihurturiko

leku horren aztarna.

 

 

—————————————————

 

 

FRUTU VIEN del llatin fruor, que significa

[«disfrutar». Tamién vien

el frutu de la salvia y el raigañu fondu que

[bebe i’agua soterraño

y oscuro de la tierra.

Enriba la fuexa común de Pernafeites, en

[MIravet, onde quedare

un centenar de soldaos republicanos, les

[zrezales llantaes espolletaron

ausentes, llueces, como royíes d’una muerte

[que torga ñacer al frutu. El llabriegu d’esa

tierra aneció en desaterrar los cuerpos y

[replanar nueves zrezales.

Zreces enriba la muerte ye’l resclaviu políglota

[d’esi llugar

memoriáu onde rebrotien d’ente’l silenciu

[los frutos de la

esperanza.

 

 

 

Mario Obrero

Cerezas sobre la muerte

 

La Bella Varsovia


viernes, 27 de mayo de 2022

CARACOL DE LOLA NIETO

 

 

 

 

 

Abre la mano y ve un caracol.

 

Toca la concha y palpa la rugosidad leve de un pliegue movedizo, frío, la troncha de un pómulo sin astillar. Es frágil. Una membrana ondulada y reseca. MI corazón es esto. Lo gira y la otra parte parece una muesca de lienzo crudo. Dos líneas circulares de idéntico grosor como la leche recorren la capa. El opérculo está cerrado. Pero no de baba, sino de barro. Está muerto. Ha esperado tanto tiempo la forma del reencuentro. Sabía que ella volvería aunque fuera únicamente para recordarle el líquido de su traición. Y es ella: ha regresado. Es ella y está muerta, ha vuelto muerta, seca en un rizo de hueso dentro de su puño el día en que va a desaparecer en el espacio del desierto.

 

 

 

Lola Nieto

Caracol

 

Ril Editores


domingo, 22 de mayo de 2022

LA ARENA Y LA MEMORIA UN POEMA DE CORIOLANO GONZÁLEZ MONTAÑEZ EN EL VIAJE II

 

 

 

 

LA ARENA Y LA MEMORIA

 

 

 

Observé cómo la bajamar descubría otra playa.

Allí trazaré dibujos en la arena

y recordaré otras orillas, otros trazos,

quizá los mismos.

La memoria sabe que fue esa la manera que encontré

para justificar tu ausencia, para culpabilizarte,

pero, ¿quién asume las muertes?

Todos los trazos

— los de ahora y los de entonces —

nos condujeron aquí,

nos habían ya revelado el camino

en estas y en otras arenas,

pero también en rocas, en paredes y en el aire.

No supimos interpretarlos

pero allí estaban, nítidos,

creados por nuestras propias manos.

¿Hubieras asumido, entonces, la culpa?

Nuevamente, las arenas me han circundado

y, aunque escondo mis dedos,

mis ojos no dejan de trazar dibujos.

Sin embargo, ahora estoy solo

y creo que me sentaré a esperar

a que suba la marea.

 

 

 

Coriolano González Montañez

El viaje II

(poemas 2002 – 2019)

 

Ediciones Liliputienses


sábado, 21 de mayo de 2022

CINCO POEMAS DE MITAD DE JULIETA VALERO

 

 

 

 

(20)

Averiguar. Para nada.

Las olas, para nada.

 

Ahora

vendría un verso que prestigiara el caminar.

 

 

 

(22)

Amor, si esto es el final, está

principiando. Igual la vida en el bebé

glaseado.

 

Así tectónica, no temo

 

 

 

(24)

El desamor, un acontecimiento

físico. No está aquí; no anoto sus adverbios.

 

 

 

(27)

Nocturnos míos de pez abisal,

clarividencia promediada de subsidio

de alba; red de arrastra no olvides que tú y yo

sabemos también prosperar hacia el cielo.

 

 

 

(28)

Decir ante ella el amor es decir

sus restos, es decir catedral

invertida luz por debajo del fondo.

 

Grado cero de la franqueza siempre

el día después; su devoción, su ira.

 

 

 

Julieta Valero

Mitad

 

Vaso Roto Poesía