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viernes, 1 de abril de 2022

UN FRAGMENTO DE YO TAMBIÉN ESTOY CRUZANDO UN PUENTE SIN ORILLAS DE LUIS ARTURO GUICHARD

 

 

 

 

Cae la oscuridad y yo enseño los dientes

a los sabuesos infernales que me persiguen

en el camino a ninguna parte.

 

Charles Simic

 

 

Nos reunimos para comer, los niños partieron una piñata, nos dimos nuestros regalitos de Navidad. Incluso había pastel sin azúcar. Por la noche, vino a buscarme alarmada la cuidadora de mi madre: se había caído de la cama. Un atadijo de huesos asustados. Fue difícil subirla a pulso, incluso entre los dos. Un atadijo de huesos con pañal, más desprotegido que un venado con las patas rotas. Eso es lo que vi exactamente: un venado con las patas rotas, resistiéndose. Tres pastillas extras para dormirme hoy y la convicción de que los sabuesos te alcanzarán de la peor manera posible, no importa cuánto corras y cuánto creas que puedes enseñar los dientes.

 

Perseguir el relámpago, apostarle a lo extraordinario aunque sepas que lo ordinario se impone siempre. Perseguir el relámpago en una intoxicación de dopamina. Tengo tres cuadernos grandes y varios pequeños, llenos todos de fiebre. Un día de estos te los muestro. Yo también estoy cruzando un puente. Se parece al tuyo, pero tiene sueltas tablas diferentes. Tal vez en eso consisten las personas: en puntos que duelen, en tablas que crujen. Pero somos iguales en esto; yo también estoy cruzando un puente sin orillas.

 

 

 

Luis Arturo Guichard

Yo también estoy cruzando un puente sin orillas

 

Ediciones Liliputienses


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