TERRAZA
Aquí en
la terraza es donde mi abuelo
comió
sandía y se tumbó en calzoncillos.
Tenía
un bigote negro y vestía pantalones de pata de elefante.
Yo era
diminuta, diminuta y por ello inclasificable, con sombrero,
con
pendientes de oro.
No
sabéis cuanto me amaban.
Hace un
rato comprobé
Que las
ventanas estaban limpias
y las
camas estiradas
tendí
la ropa al sol y al rato le di la vuelta para que se secara
más
rápido.
Lo
cotidiano es compulsivo y encierra cierto espanto
en la
grifería, en los pomos.
Nada se
de mí, sólo un poco de estos lugares que habito.
Estoy
desbordada por anillos y materiales, tengo libros para
morir
aplastada entre ellos y un colegio enfrente a la casa.
Después
de tantos años de bonanza
tuvimos
a un hombre muerto
en su
cama.
y un
vehículo sin conductor.
Safrika
Patricia
R. Calpe
La casa
de mi abuelo
Planeta
Clandestino
Ediciones
del 4 de Agosto
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