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lunes, 14 de junio de 2021

UN POEMA DE PIEDRA GRANDE SIN LABRAR DE VERÓNICA YATTAH

 

 

 

 

Si hubiera una línea,

de ese lado lo muerto,

de este la selva,

entonces yo diría: todavía estoy acá.

Firmeza de estaca clavada

en lo más hondo de la tierra.

“Todavía estoy acá”,

el nombre de una muestra de fotos que vi.

La fotógrafa trabaja, retoca pinta

fotografías de soldados rusos mirando a cámara

sonriendo

antes de ser fusilados.

Como diciendo, justamente

todavía estoy acá y no tengo por qué

salir con cara seria.

Un gesto flor de loto que en medio del pantano

también grita: todavía estoy acá.

Mi primo debe haber sentido

cada vez que mojaba la cama

el mismo grito contenido en la noche,

habrá inventado la cara del hombre

que no conocía y era su padre.

Yo también podría haberle dicho

eso al mío,

todavía agarrarme de la frase

y de su saco desde abajo

para llamar su atención.

Soy yo, estoy acá

me decía ella.

Y me tocaba el pecho dándome

y pidiéndome un poco de amor.

Si intentábamos separarnos

volvíamos,

por ejemplo yo salía

y en medio de una fiesta

la encontraba bailando.

Entonces me acercaba y le decía

es necesario esto que tenemos,

todavía te quiero mirar.

 

 

 

Verónica Yattah

Piedra grande sin labrar

 

Ediciones Liliputienses


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