CANTO A SU AMOR DESAPARECIDO
Canté,
canté de amor, con la cara toda bañada canté de amor y los muchachos me
sonrieron. Más fuerte canté, la pasión puse, el sueño, la lágrima. Canté la
canción de los viejos galpones de concreto. Unos sobre otros decenas de nichos
los llenaban. En cada uno hay un país, son como niños, están muertos. Todos yacen allí, países negros, África y sudacas. Yo les
canté así de amor la pena de los países. Miles de cruces llenaban hasta el fin
el campo. Entera su enamorada canté así. Canté el amor:
Fue
el tormento, los golpes, y en
pedazos
nos rompimos. Yo alcan-
cé
a oírte pero la luz se iba.
Te
busqué entre los destrozados,
hablé
contigo. Tus restos me mi-
raron
y yo te abracé.
Todo
acabó. No queda nada. Pero
muerta
te amo y nos amamos aun-
que
esto nadie pueda entenderlo.
-
Sí, sí, miles de cruces llenaban hasta el fin el
campo.
-
Llegué desde los sitios más lejanos, con toneladas
de cerveza adentro y
-
ganas de desaguar.
-
Así llegué a los viejos galpones de lo concreto.
-
De cerca eran cuarteles abovedados, con sus vidrios
rotos y olor a pichi,
-
semen, sangre y moco hedían.
Raúl
Zurita
Canto a
su amor desaparecido
Editorial
Delirio
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