LAMENTO
Con
circulares graznidos
quiebran
los cuervos el espacio
mientras,
en tierra,
el
polluelo agoniza.
Y queda
ya mansa el ala
sin que
elevarla pueda
la nasa
de las voces.
Tú has
vencido la negrura
y tus
manos depositan
el
diminuto cuerpo
bajo la
hojarasca.
Yo me
quedo en la grieta
de la
oscuridad,
cruzada
por el filo del lamento
que
escolta
la fuga
de la vida
hacia
su enigma.
Y
persigue este luto
ese
grito
que
rasga las vestiduras del aire
y
desciende.
Y que
acogen los árboles
ensombrecidos.
[En
Berlín, con Juana Vera.]
EL DON DE LA
CONCIENCIA
Guardaba
el árbol
su
perfil intacto,
pero la
fuente
se
transformó en lúcido recinto
y
descubrió del origen
el
latido en plural extensión,
esbozo
de un paisaje,
suavizadas
las aguas en ondas
y las
ondas en islas ansiando definirse.
¿Qué
podía alcanzar
su
intento tanteante?
Solo el
adiós
conoce
la quietud
y la
verdad del des-hacerse…
Y
aunque en el universo
la raíz
quiere ser ancla,
la
muerte impone
su
confín
al
estar nuestro.
Clara
Janés
Estructuras
disipativas
Tusquets
Ediciones
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