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lunes, 24 de agosto de 2020

UN POEMA DE LA CIUDAD DE LAURA VILLAR GÓMEZ


 

 

 

(los ordenadores han hecho / de la tierra un firmamento inverso / y desde arriba las pantallas simulan / estrellas / si se apagaran entonces tendríamos / que reaprender la oscuridad / del frente a frente / sin paneles de por medio / sin muros de berlín con que choquen las miradas / reaprender las palabras a los ojos / los amores sin teclado / las luces —ahora sí— de la vida de los otros)

 

 

 

Habíamos olvidado sin embargo

que la realidad en las ciudades

era algo inestable.

Cambiaba con el sol, con el ruido,

con los motores.

Cada día era abrirse a un mundo nuevo.

Las pantallas nos habían encerrado

y salir al miedo no era

recomendable.

Recuerdo la época en que

podrían romperse las ventanas

y los cristales se vertían

por las comisuras de los marcos.

Eran los tiempos en que nos mirábamos

como se miran dos muebles en celo;

la textura de tu piel se convirtió

después

en un brillo de pantalla.

Los ordenadores

—seres inmortales—

se habían adueñado

de todo,

y romper los teclados

solamente significaba

acelerar el proceso

de venganza.

 

 

 

Laura Villar Gómez

La ciudad

 

Ediciones Liliputienses


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