Le encantaba dar vueltas en la montaña
rusa
Las monedas caían de sus bolsillos
Cuando estaba cabeza abajo
Le encantaba echarles monedas a las
máquinas de pescar regalos
El sonido metálico de las tragamonedas
La luz suave de los casinos
Le encantaba jugar en Nickel City
en Northbrook
Veinte partidas por un dólar jugó
Cuatrocientas partidas en una hora
Me sentaba en el bar bebiendo Diet Coke
Y leyendo Apollinare mientras él volaba
De un juego a otro en Dove &
Buster’s
No le gustaban las vacaciones familiares
en Wisconsin
El viaje a Puerto Rico fue un desastre
Acción de Gracias en Texas no obtuvo las
gracias
Le encantaban Six Flags y Sea
World
En Disneyworld conoció a las Tortugas
Ninja
Una vez le llevé a un concierto de los
Power Rangers
Me sorprendió lo mucho que le gustaba
Recordar los viajes de Colón al Nuevo
Mundo
En un viaje de estudios del instituto
Le gustó muchísimo volver a Roma
Y fue condescendiente conmigo
Que nunca había estado en Lisboa
Le encantaba la absenta dijo que la
había probado
En Europa tenía un gusto decadente
Como una chica que oliera a regaliz y
cigarro
Le encantaba la forma en que la cultura
mediteránea
Se había expandido y abarcado siglos
Le encantaba caminar entre ruinas
Le encantaba su coche Acura Integra 2000
verde
Lo conducía a toda velocidad
Por carreteras desiertas y autopistas
serpenteantes
Le encantaba hacer como que podía tocar
los platillos dobles
Y el crash como Travis Berker
El batería tatuado de Blink-182
Le encantaban las bandas de metal que
oíamos
En Randall’s island en 2006
Disturber Atreyu y Bad Acid Trip
Nunca desistió de ver Dragon Ball 2
Pokémon y la Vida Moderna de Rocko
Le encantaba el momento en The
Boondock Saints
Edward Hirsch
Gabriel: un poema
Edición bilingüe
Traducción de Anibal Cristobo
Kriller71ediciones
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