ORIENTE Y ACCIDENTE
Al costado de la ruta un cartel decía
segunda vía del bypass
una palabra en inglés en el medio
del campo uruguayo;
oriente y accidente.
Casitas de colores cada tanto
de a rachas
inconstantes,
incómodas como todo
lo imprevisible
excepto los primeros romances.
Solo los primeros romances
después es ritmo.
Una publicidad de Telefunken,
un caballo de madera,
autos abandonados y casas
rumbo al mismo destino,
un grafiti en Colonia del Sacramento,
confundo sacramento con sacrificio
y cuaresma con cuarentena;
entre dos lugares hay más lugares
ya no queda vacío y sin embargo
la soledad por estos días
es total.
Entendí cómo se hacen esos bosques
tan tupidos y caprichosos
que veo siempre desde la ruta:
plantan filas de árboles chiquitos,
al principio parece un viñedo
y después se convierte en algo
mucho más lindo
y menos útil
para los humanos.
En una caminata encontré
unos aloe veritas y pensé que
suena mejor la palabra 'veritas'
que la palabra 'verdad',
algo se rompe en la traducción,
suena mejor lo que queremos sentir
que lo que sentimos.
Divisé un pedacito de río a lo lejos
después lo perdí
y lo volví a encontrar
—el campo tiene eso:
la paciencia, la permanencia—
era del mismo color que el cielo,
pero metalizado.
Si los caballos duermen parados
hoy vi un caballo muerto.
Valentina Varas
De todas las cosas que nunca entendí
siempre vas a ser mi favorita
Ediciones Liliputienses
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