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miércoles, 30 de octubre de 2019

NOTICIARIO UN POEMA DE TIRSO PRISCILO VALLECILLOS




NOTICIARIO



           Interrumpimos la calma de sus apacibles días
para comunicarles que se acaba de producir una explosión
de carcajadas en una oficina del centro de la ciudad:
difíciles de cuantificar los destrozos en la fría convivencia.
           Robo de caramelos en el quiosco de la esquina,
niños corriendo, quiosquero corriendo, lloros,
disculpas, sonrisas... algunos han sido ingresados en sus casas
con manchas de regaliz.
           Un anciano es atacado en plena calle por sus nietos:
los jóvenes se han abalanzado sobre él con besos y abrazos,
todavía quedan restos de alegría por los suelos, por las paredes
dicen que quien caminaba por el lugar no paraba de sonreír—:
se advierte que puede producirse un brote de felicidad.
           Un perro callejero es impunemente raptado:
El hecho fue descubierto gracias a Facebook
cuando el captor publicó imágenes del can
comiendo una barrita en su regazo.
           Se confirman las sorpresas: la presidenta del país vecino
roba un beso a su cónyuge. Según fuentes oficiales
la mandataria tendrá que devolvérselo —por responsabilidad política
y humana— junto a una caricia, en concepto de intereses.
           Y hablando de intereses... Muere otra hipoteca
ante la incrédula mirada de sus propietarios,
según estadísticas ya son 383 las hipotecas fallecidas este año.
           Terremoto con epicentro en el salón de una familia de barrio.
Los afectados corrían unos hacia otros celebrando el nuevo empleo.
Saqueadores —principalmente vecinos— se aproximan
al lugar de los hechos en busca de un poco de ilusión y esperanza.
           El tiempo: se avecinan bonitos recuerdos en el hipocampo.
           Deportes: proyecto de ley para la erradicación total del fútbol.
           Última hora:
           Un hombre, en su bañera, sueña con salvar los océanos.



Tirso Priscilo Vallecillos
Noticiario

Diverso


martes, 29 de octubre de 2019

UN POEMA DE HABITARE DE ELOÍSA GALINDO

  


Es agua fronteriza
limitadora de tierras
labradas por manos tesoros.
De leche, de arroz, de estrellas.
Hay un Cantábrico que anda sobre Europa
un Mediterráneo que galopa sobre sueños
y un Atlántico que nos lleva a otros mundos.
Montaña seca de hélices hierro.

En ella
sembramos llanto
volviendo a la verdad antigua
y todo nos parece nuestro.

Cordilleras viven entre manos
de infinitos vientos.

Somos del norte, sur o centro
pero todos somos casa habitada
observándonos desde las azoteas.



Eloísa Galindo
Habitare

Editorial María Fulmen



Es agua fronteriza
limitadora de tierras
labradas por manos tesoros.
De leche, de arroz, de estrellas.
Hay un Cantábrico que anda sobre Europa
un Mediterráneo que galopa sobre sueños
y un Atlántico que nos lleva a otros mundos.
Montaña seca de hélices hierro.

En ella
sembramos llanto
volviendo a la verdad antigua
y todo nos parece nuestro.

Cordilleras viven entre manos
de infinitos vientos.

Somos del norte, sur o centro
pero todos somos casa habitada
observándonos desde las azoteas.



Eloísa Galindo
Habitare

Editorial María Fulmen


domingo, 27 de octubre de 2019

NAFA SONREÍA EN LOS ENTIERROS UN POEMA DE FERNANDO MERLO




NAFA SONREÍA EN LOS ENTIERROS



Con el cirio ardientes las manos a cada rezo
caballos silvestres
o caballos suaves disimulo de ojos
aderezos elevados para el féretro
Y él sonriendo siempre
sonriendo ante las muertes exactas
Vestidos sin color la piel
los músculos lánguidos
las grasas que depositan cal en filamentos
fríos
Sonriendo
como el que quiere la catástrofe segura:
ver (cayendo el ataúd) llorar la madera
hincharse de agua las venas del difunto
Perseguir a la verdad bajo la sonrisa
sonreír

Caminar en la sonrisa
Sonreírse por la apoteosis del miedo
Escoger la postura innoble
Sonreír tras las filas del lo mismo digo Seguir
la cola hiriendo las espaldas
Llenar el camposanto de sonrisas

Reírse
Echarse a reír como un tonto entre la hierba



Fernando Merlo
Todo está roto a la perfección

Antología

Francisco Cumpián Impresor


viernes, 25 de octubre de 2019

UN POEMA DE DESVANES MÍNIMOS DE ISABEL MIGUEL




He vuelto a abrir
la puerta del desván.

A subir de puntillas
escalones brillantes.

He vuelto
a quedarme en el rayo
de sol de la lumbrera.

A sentir la fortuna
de tener todavía
refugio en los recuerdos.



Isabel Miguel
Desvanes mínimos

Lastura


miércoles, 23 de octubre de 2019

LA PALABRA SABE DE MIGUEL CASADO




...percibir la belleza, que solo existe en el contacto personal, es a la vez el único modo de sentir los propios pies en el suelo, de conectar con la materia, de encontrar un fundamento, de no desvanecerse en los virtual. Experiencia radicalmente subjetiva, solo ella permite hablar como si lo objetivo existiera.



Miguel Casado
La palabra sabe y otros ensayos de poesía

Libros de la resistencia


lunes, 21 de octubre de 2019

SANGRE, PAN Y POESÍA DE ADRIENNE RICH




Escribo con pleno conocimiento de que la mayoría de los analfabetos del mundo son mujeres, de que vivo en un país tecnológicamente avanzado donde el 40% de la gente apenas puede leer y el 20 por ciento son analfabetos funcionales. Creo que estos hechos tienen una relación directa con las fragmentaciones que yo misma sufro y que es un asunto que concierne a todos. Porque puedo escribir -y pienso en todas las formas en que se ha impedido escribir a las mujeres-, porque mis palabras se leen y se toman en serio, porque considero mi trabajo como parte de algo más grande que mi propia vida o la historia de la literatura, siento la responsabilidad de seguir buscando maestros y maestras que me ayuden a ampliar y a profundizar las fuentes y a examinar el ego que habla en mis poemas; no por “corrección” política, sino por ignorancia, solipsismo, pereza, deshonestidad, o por escribir de manera automática.



A finales de los años sesenta y principio de los setenta, muchas feministas estadounidenses, incluida yo misma, proclamaron su frustración y desilusión con la Izquierda Marxista, que parecía incapaz de reconocer y hablar de la opresión de las mujeres por el hecho de serlo. Insistíamos en que nuestras cadenas no eran sólo económicas, sino mentales, inmersas en esa esfera doméstica o “privada” en la que hombres de todas las clases dominaban a las mujeres. Creo que teníamos razón: no podemos tomar en serio ninguna ideología que reduzca a las mujeres a ser simplemente miembros de la clase trabajadora o de la burguesía, que no reconozca lo importante que debe ser el feminismo en el proceso revolucionario. Pero, de la misma forma, en la pasada década, las “feministas radicales”, las “feministas socialistas”, las “feministas lesbianas”, fueron tirando unas de otras, ampliando los puntos de vista entre sí, escuchándose con atención y aprendiendo de las demás más de lo que con frecuencia admitimos. Las mujeres de color han sido frecuentemente el catalizador de esos contactos y los principales exponentes de una conciencia en evolución.



Adrienne Rich

Sangre, pan y poesía
Prosa escogida 1979 - 1985


Introducción y traducción de María Soledad Sánchez Gómez

Icaria Editorial


domingo, 20 de octubre de 2019

POSTAL PARA MAHALTA DESDE BILBAO UN POEMA DE JOSÉ BATLLÓ




40

POSTAL PARA MAHALTA DESDE BILBAO



Este tono moreno de la miel
el sol, tímido y tibio, no daría
a cada poro de tu tersa piel.

Y el mar, industrioso y manso en la ría,
encarcelado al pie del Arenal
tu alado paso paso no derribaría.

Y ¿cómo distinguir el bien del mal
en el rostro sucio y feo de Bilbao?
Más aquí está la vida, pan y sal,

algo que de la tierra, los hombres de Bilbao.


[Bilbao, 1968]


José Batlló
Canción del solitario

Barcelona, El Bardo colección de poesía, 1971

Luces de Gálibo: poesía


sábado, 19 de octubre de 2019

LA FRONTERA UN POEMA DE MAR DOMÍNGUEZ






LA FRONTERA



La barra del bar es una frontera
espesa y temporal como arena de castillos
en la orilla.

La gente se aproxima a mí
para pedir el periódico del día
un té caliente
un polvo
me han pedido tantas cosas,
tantas...
Las amas de casa siempre piden café
por las tardes;

sus maridos ginebra y sexo
por las noches.

Yo soy el oído y la sonrisa.
Con una botella os hago una nación
en la que os sintáis menos pobres,
menos desgraciados,
              menos vosotros.

Tranquilos, no tengáis miedo;
estaré aquí, al otro lado, y
cuando ya no existáis

brindaré por todos.



Mar Domínguez
Derecho de admisión

Amargord Ediciones


viernes, 18 de octubre de 2019

POEMA QUE SALE REPUBLICANO SIN QUERER DE ÁNGEL MANUEL GÓMEZ ESPADA




POEMA QUE SALE REPUBLICANO
SIN QUERER



En un poema, una mariposa siempre hace bonito.
Una manada de nubes desbocadas o un lazo azul también.
Pero hay otras cosas que no.
Que definitivamente no,
no hacen ningún favor al poema.
Como estercolero, alcantarilla, o charco.
Incluso la palabra “rey” ya molesta.
(No digamos ya “reina”).
Los reyes antaño eran campechanos.
Hoy no tanto.

Sin embargo, si fuéramos capaces de tropezar
con una mariposa en un estercolero;
o tuviéramos que descender
a la oscuridad de las alcantarillas
para contemplar un racimo de nubes;
o encontráramos un lazo azul
embarrado en un charco de sangre,
así sí que destilaríamos algo de poesía.

Pero con un rey, nada de nada.
Con un rey no se me ocurre nada
esta tarde de primavera
para arreglar un poema.
Están de capa caída los reyes.
Afean todo lo que tocan.
Incluso los estercoleros.
Incluso las alcantarillas.

(Por supuesto, no seré yo quien proponga
colocar en un poema a un rey
dentro de un charco de sangre.
La educación que he recibido me lo impide.)



Ángel Manuel Gómez Espada
Ventana de emergencias

Huerga & Fierro editories


jueves, 17 de octubre de 2019

TRES POEMAS DE EL VERTEDERO DE JUANA MARÍN





Pero en el nombre de un nombre le roba un hombre la vida a otro.



Afloja el paso,
el vertedero apesta a un hilo de sonrisas fronterizas.

En todas partes
en todas partes
en todas partes
risas

aunque en el nombre de

la vida de
un hombre que
en medio de
la nada

le roba a
le burla a
le esquiva a
le mancha ¡ay!
la vida
a otro



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El esencial sustento
no solo deglutir como un beso el transitorio dátil.

No solo hidratar el cuerpo con el fugaz abrazo.

También el carroñero aguarda a que la carne caiga
tan pronto como el amor desagua.



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Y que provea la tierra para todos
cuando no provea ni dios ni parta el hombre la bellota
ni las semillas vuelvan a la boca, cuando la siembra
sea oscuro líquido y cuando nada caiga de las manos,
cuando ni tú ni yo podamos rebuznar por la fatiga de
sabernos fronterizos, cuando nos sirvan como el
postre de la cena para servir a quien no sirve de nada.

Cuando siquiera de la nada quede nada

arrastraremos nuestras lenguas mendicantes para
pedir que sea la tierra quien provea y que provea la
tierra para todos los que robaron a la tierra desde el
palco.



Juana Marín
El vertedero

Lastura