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lunes, 8 de octubre de 2018

DOS UN POEMA DE JAIME SAENZ




2.

   A través de los cables de alta tensión que se extienden en el perfil de las colinas y que luego descienden hacia los campos
   la noche se difunde con invisibles chispas que a ratos relampaguean en los ojos y en los botones de algunos vecinos que todavía no se han acostado
   y que permanecen valerosamente en las puertas de sus casas para presenciar la primera embestida de la noche.
   Esta primera embestida tiene en realidad un origen misterioso,
   y sin duda surge de los muertos que han muerto en aras del alcohol     y  que ahora deliran con la visión que les ofrece el otro lado de la noche,
   y tiene mucho que ver con los barriles, con los toneles, con las bodegas, y con los ingentes tanques de alcohol con que sueñan noche tras noche unos bebedores que sólo yo conozco,
   y que, habiendo bebido toda su vida hasta reventar, se retuercen en medio de atroces malestares en húmedos camastros y en profundas cloacas pidiendo alcohol a gritos.
   Estos bebedores han aprendido muchas cosas y tienen mucha paciencia,
   y saben que el otro lado de la noche se halla en el interior de sus espaldas,
   y que se halla asimismo en sus gargueros,
   los cuales conservan siempre un resabio de alcohol,
   lo que precisamente tiene la virtud de atormentarlos sin cesar durante el largo, largo tiempo que dura la noche en el otro lado de la noche.


Jaime Saenz
Poesía

Colección Transatlántica
Amargord Ediciones

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