HASTA LAS RUINAS PODEMOS AMAR EN
ESTE LUGAR
Me acuerdo muy bien de ese cantor
vasco
que acostumbraba a celebrar la lluvia
en verano
No ponía casi ninguna atención a las
conspiraciones
que corrientemente se hacían oír
bajo las arcadas nocturnas de la
ciudad
en aquella época de intermezzo lunar
Fue ya después del fascismo, un poco
antes
de la democracia ceñida de magnolias
El cantor, las arcadas, el perfume y
los disparos
me enseñaron que se debe aprovechar
la época
de transición para desentrañar el
brillo
Las revoluciones siempre han sido el
lugar correcto
para el descubrimiento del sosiego:
tal vez porque ninguna casa es segura
tal vez porque ningún cuerpo es
seguro
o tal vez porque después de encarar
un arma
finalmente sea posible entender
las múltiples posibilidades de un
arma.
matilde campilho
jócquei
Traducción de Anibal Cristobo
Kriller71ediciones
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