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domingo, 31 de mayo de 2015

EL VASO DE AGUARDIENTE


Bilbao, marzo de 2013 por Pablo Müller


«Cuenta la historia que existió un poeta más borracho que el propio aguardiente, tanto que ni dormía, y cuando lo hacía, se acostaba sobre una cama de clavos para atraer a los espíritus que pueblan sus poemas.»
Edwin Madrid


Muerde el vaso de aguardiente a quien se acerca
sin permiso de su dueño, fiel el vaso de aguardiente
que gruñe por lo bajo y enseña la dentadura que tiembla,
no duerme y esas noches brilla doble bajo las bombillas
supervivientes, no descansa a la espera de una palabra
nueva, escondida al pasar de las consabidas.

Muerde el vaso, muerde su sombra oscura,
tocará hueso en alguno de sus mordiscos, llegará
escondido de contradicción o camarero,
preguntará por la sed, por la cuenta, por un taxi,
y dueño de sonrisa ebria asistirá al final
del poema como quien echa el cierre
a la persiana.



miércoles, 27 de mayo de 2015

MANIFIESTO CORAZÓN


Madrid, noche del 6 de mayo de 2015 por Pablo Müller


«En los poemas de amor hay demasiados corazones,
muchos poetas parecen médicos o carniceros,
con las manos cubiertas de sangre,»
Rikardo Arregi


Manifiesto,

que el corazón que se le rompió al hermano
el sábado al borde del campo de fútbol
estuvo más de veinte años en ceniza silencio,
mientras en los hospitales los corazones
viajan en las neveras de los trasplantes,

que en los muelles de los puertos se juntan
a restaurar las heridas cuando parten algunos barcos,
y charlan con una cierta soledad
para terminar un sábado y recoger la sonrisa,

que nunca tomaré el nombre del corazón en vano,
por eso pregunto al mío cada mañana
por su ánimo y compostura, no lo crean,
nunca contesta, no hago bien la pregunta.




viernes, 22 de mayo de 2015

CON TU PERMISO JULIA





«Dame la lentitud del juicio,
y su navegación profunda,»
Julia Otxoa

A Julia Otxoa
Con tu permiso Julia, quiero contarte
una historia:

es de noche y viernes y las calles tienen
librerías escondidas con nombre de poeta,
hoy camino antes que la hora de las voces, por eso,
juicio y camino se paran junto a los escaparates
tras el cristal, está el libro: Poetas Vascas,
— de 1990, agotado, lo sé, lo he buscado antes —
a lápiz el librero ha escrito 1993,
veintiún años esperando lo compraran,

con tu permiso, Julia, la historia sigue:

en la página 141: Laia Martínez. Traductora y profesora de inglés. Bibliografía: La luz encendida en la habitación de Eduardo (inédito)

inédito

Laia fue la mujer que estuvo a mi lado, yo al suyo,
el poema que elegiste, Julia, es
La luz encendida en la habitación de Eduardo,
Eduardo es mi hermano, murió en 1986, Laia y yo
paseábamos juntos por la orilla de una playa, un sábado,
Laia escribía esos poemas para que no se apagara la luz,
yo le llevaba café y cigarrillos, fue doloroso, fui
testigo, lo recuerdo,
— luego nos fuimos todos, abandonamos la habitación,
la luz se apagó durante veinte años —,
supe que se había publicado, me hablaron
de su existencia, no recuerdo haber tenido uno,
no recuerdo.

Julia, esta noche de viernes con el libro en la mano
se cierra un tiempo distinto y único, somos
los vínculos que construimos y los que abandonamos,
somos el recuerdo y su dolor, somos
el olvido necesario y su alivio, un libro que espera,
un poema que guarda gratitud
y recupera un recuerdo.

Con tu permiso, Julia, esta historia es también tuya.



Emakume olerkariak / Poetas vascas



viernes, 15 de mayo de 2015

ALGUIEN LLEGA DESDE LA NIEBLA


lecturas, abril de 2015 por Pablo Müller

«con la mariposa de las sábanas tendidas»
Tomas Tranströmer

alguien llega desde la niebla, silencio,
en el frío de la llama, afuera anda un hombre,
recorre el borde de la cuneta, el abandono,
alguien con las frases del tendido eléctrico,
las cabinas vaciadas en los peajes en la autopista,
afuera anda una mujer con la azada en la mano,
arranca las hierbas de los bordes del limonero,
y añoro tu palabra, buen viaje, tenga cuidado,
gracias, por favor




viernes, 8 de mayo de 2015

CORTINAS


Madrid, desde la ventana del hotel, mayo de 2015 por Pablo Müller


«Fotos de mis ciudades. Patrias sin cortinas.»
Ana Pérez Cañamares

Poner las cortinas muy blancas,
rendido,
al otro lado de algodón, — y dejen pasar
todas las luces — con tu mirada,
fundar en ese lugar huerto natal,
invitar a los niños y al silencio.




viernes, 1 de mayo de 2015

LA VIDA AUTOMÁTICA


Noche, marzo, 2015 por Pablo Müller


«y escribía para sí, para después de muerto,»
Antonio Hernández

La vida automática,
las alas que da la historia,
los ludistas que infectan ordenadores,
— todas las ciudades que conozco son Nueva York,—
el hijo que pide explicaciones sobre obuses,
tengo un pasado de artillero, el nombre que tiene el mar,
la estrella que gobierna el rumbo,
pies ligeros que trotar hacia la muerte, compañero,
compañero, haced de metal la despedida,
de azules la cama de hojarasca de los gatos,
la vida.