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jueves, 22 de mayo de 2025

BALADA SOBRE UN PERRO QUE SE DESPIDE UN POEMA DE SARA MONTAÑO ESCOBAR EN MI PERRO NO LEE MIS POEMAS






Balada sobre un perro que se despide



Un perro antes de morir miró el mar.

Se acostó en la orilla de la playa.

Contempló el vuelo de las aves

y se recordó corriendo,

extendiendo las patas

dentro del océano verde

de las praderas.

Un perro recordó los ratoncillos

muertos dentro de sus fauces.

Pidió perdón a la tierra

porque la inocencia

también puede ser peligrosa.

Un perro miró a la humana

que había acompañado

su vida.

Supo que se llevaría

esa parte del corazón

que le pertenecía.

Un perro puso el hocico

en la mano

que lo había guiado

a través de los senderos

y el asfalto.

Esa mano

que había curado su lomo

después de las peleas juveniles

en que se disputaba

ser el padre de una nueva estirpe.

Un perro miró un pozo de luz

que colindaba con el horizonte.

Su cuerpo volvió a responder.

Miró a su humana.

Acarició con fuerza su mano.

Quiso decir:

ya vengo

no me perderé.

Un perro absorbió con fuerza

el aroma de su ropa

para llevarla en su última marcha.

Un perro se levantó, en silencio dijo gracias.

Sabía que otros perros

no tenían la suerte de encontrar a alguien

como ella.

Un perro antes de desaparecer por el horizonte

miró por última vez a su humana.

Estaba triste

pero sabía que su corazón era noble.

Sabía que podía dar ese mismo amor

a otro perro que lo necesitara.

Un perro corrió por el pozo de luz

en busca de su última aventura.




Sara Montaño Escobar

Mi perro no lee mis poemas


Ediciones Liliputienses


 

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