Declara
el dolor:
ahora
eres tú la cabeza plana triangular de la ancestra,
en Os
Bordos crecen robles
y las
fincas son de centeno y trigo
y en
los adentros del verso los tubérculos.
Las
puertas del Anta se abren para acoger al cuerpo de la concepción.
Tus
anillos son laguna
en ella
descansan las que no admiten ser perturbadas
ya nada
se interpone entre tú y la muerte.
Declara
el dolor:
tus
anillos son río que sostiene la ladera de bancales
las
ancestrales cultivan
y beben
jugo de pavía,
con
ellas soportas el bombardeo de Barcelona
con
ellas serás América.
No son
mudas
no
guardan silencio
alcanzaron
la serenidad.
Tu
cabeza es triangular
tu
idioma repta y en ese instante mudas la piel
para
que florezcan los mundos
ya nada
se interpone entre tú y la muerte.
Declara
el dolor:
un
brote que está escrito en las aguas de Antela
nombres
que son de un río
por eso
cultivar un jardín
para
poder decírtelo
«no me
toques»
Puedo
ver a las gentes que se acercan a las aguas
o las
piedras rosadas en sus pliegues
o el
regato que va a dar al mar
conozco
el nombre de algunas de las bañistas
puedo
ser alguna de ellas
estoy
al mismo tiempo dentro y fuera.
Dentro
y fuera del marco de la ventana
están
las mujeres
la más
joven luce una flor roja
la
mayor se cubre y abre las contras
dentro
y fuera está la mano del pintor
el
abanico de…
y el
mesías
―el
tiempo del mesías es ahora de un chiquillo
que
sale de la pintura y mira hacia nosotros―
En Arte
se llama
romper la
frontera estética.
En la
pintura en que dormimos
los
automóviles aparcan frente al hotel
y en el
arenal hay deportistas
y un
regato
atardece
y todo es dorado como el vino que bebe Esther.
Sevilla
era entonces el centro de las riquezas
sólo
las prostitutas eran retratadas así
mirando
desde una ventana,
así las
trazó Murillo
así
saborea el cuadro Stoichiţă
se
titula
Las gallegas
Chus
Pato
Poesía
reunida
Volumen
VII
(Sonora)
Traducción
del gallego de Gonzalo Hermo
Prólogo
de Alba Cid
Ultramarinos