Los poemas de amor que el Coyote
Le escribió al Correcaminos
I
Esta historia comenzó
hace mucho tiempo.
He perdido
la cuenta de los años,
y el Correcaminos
sigue delante de mí,
lejos de mí...
Sólo lo veo un instante
y esa pequeña ráfaga me basta
para alimentar el deseo
la desesperación del deseo.
II
Antes
yo era un cachorro de Coyote.
No sabía bien
por qué sucedían las cosas.
Pensaba en su bello plumón
y esa sola verdad
hería mi sangre
y me atormentaba.
Ahora no puedo seguir
al margen de Sigmund Freud
y ciertas palabras me queman.
III
El galpón que ven allí
estaba saturado de explosivos
y trampas
marca ACME
para aniquilarlo.
Mi urgencia por tomar
el bocado prohibido
suscitó la idea del crimen
¿o fue al revés?
IV
Sueño mucho con el Correcaminos
y en las mañanas
es el pi-pip del despertador
el que me recuerda.
Con los ojos hinchados
y el cuerpo estremecido
por la caída
interminable en el abismo
recupero mi nombre de Cazador.
V
Sólo pido que me dé
la oportunidad de que le hable.
Que me deje explicarle
la fuerza de este amor.
Un instante tan sólo para mí.
Y que al decir pi-pip
sienta que no es una burla.
Osvaldo Bossi
Del Coyote al Correcaminos
Ediciones Liliputienses
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