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sábado, 9 de diciembre de 2023

HOMBRES DE LA TV: SÓKRATES DE ANNE CARSON EN CRISTAL, IRONÍA Y DIOS

 



 

 

 

Hombres de la TV: Sókrates

 

Ante la roja conjetura del petirrojo estábamos en las puertas de la prisión

el día de la muerte de Sókrates.

 

Como Sileno halla dormido en su cueva

por dos muchachos

 

que encadenan las piernas de su enemigo antes de que despierte

no sea que él

 

una vez más los defraude en su esperanza de una canción, Sókrates

abre sus ojos

 

empachados bajo el oscilar de las rosas en ese otro amanecer

y una entereza desgajada

 

con renuencia. Es muy temprano,

¿por qué estás aquí?

 

Dice. Me gusta la palabra krisis que me enseño Sókrates.

Significa Decisión.

 

Sentencia (de un tribunal). Centro (de la columna vertebral).

Nuestra primera toma

 

es Sókrates golpeando la columna del sueño hacia fuera vierte su sueño:

una mujer

 

de blanco con él mientras duerme. Krisis significa

una grieta que se abre

 

entre Sókrates sentado en la orilla de su litera diciéndonos que la Muerte No Es

Una Desgracia

 

y su alma en intermitentes convulsiones contra la carne,

que aparecen

 

en la película como puntos brillantes o fosforescencia antes

de la tormenta.

 

Hacemos un paneo en el corredor de la prisión mientras

se curva

gradualmente

 

a través de las celdas de otros prisioneros agazapados

como intervalos

 

de sensatez que arden bajo un hialino resplandor. Ya en su celda, Sókrates

se ve sereno.

Su breve balada,

 

con voz titubeando, desmoronándose, aquí y allá absorbida

por el secreto

 

calor como alguien que va de prisa así que aceleramos la película

pero acelerar

 

no supuso ninguna diferencia. Él se hallaba en el espacio cristalino, como

puede el jugador descansar

 

contra las reglas del juego. Pero La TV No Es Un Juego era el título de

su balada.

La entonó

 

hasta el final. La palidez del alba colmaba el regazo del cuarto.

Filmamos

 

sus pies, piernas, rodillas, muslos y cuando la cámara llegó a su corazón

quedaban

 

apenas 5 minutos de película y le dije: ¡Quédate! y él dijo,

¿Por qué?

 

y se fue. Quienes hacen promesas mientras duermen deberán

en un sueño

cumplirlas.

 

Al salir el guardia mencionó unos cigarrillos que Sókrates le había

pedido que le consiguiera,

 

nunca los pagó. Sugirió que saldáramos la cuenta.

Lo cual hicimos.

 

 

 

Anne Carson

Cristal, ironía y Dios

 

Traducción de Jeannette L. Clariond

 

Vaso Roto Poesía


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