ATOLÓN
A lumbering lubbard loitering slow,
Impingers rue thee and go down,
Sounding thy precipice below,
Nor stir the slimy slug that sprawls
Along thy dense stolidity of walls.
The Berg, Helman MELVILLE
He escapado ciando
como un culpable cobarde.
Por mis costados manan las lanzas
odres abiertos de piel, y la recuerdo.
Recuerdo su mirada antes de hundirse:
atardeciendo fatal
luego llena de odio,
luego vaciada de él, indiferente.
La luché desigual,
el ápice del cosmos en mis manos.
La estela bermellón
denuncia el grito silente
de mi huida.
Los grilletes hundidos.
El arpón enclavado.
La victoria no escribe, ni el remordimiento:
bitácora y noche son su dolor en blanco.
Embisto el continente
me engulle seminal.
El mástil envergado.
Sabor a derrota
en el cielo del paladar
anzuela
atra(b)esado.
Fondearé en la noche
buceando tu línea,
mi línea de fe.
Porque no hay mapa que libre del hechizo
pero hay tres nortes:
el geográfico,
el magnético,
el del compás.
Hay dos vientos: aparente y real.
Hay un puerto.
O el naufragio.
Alicia
Silvestre Miralles
Istmo
Prensas
de la Universidad de Zaragoza
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