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sábado, 29 de abril de 2023

UN POEMA DE LEIRE BILBAO EN AGUAS MADRES

 

 

 

 

ABRO LA MERLUZA EN DOS MITADES

por ver lo que hay que limpiar.

Todavía tiene el anzuelo en la boca.

Aparto las escamas,

lágrimas secas de salitre.

Y entonces aparecen en la cocina

mi bisabuela, mi abuela y mi madre,

vestidas de negro las dos mayores

y mamá con aquel vestido verde de flores

que le estilizaba la cintura.

 

Quién iba a creer que serías madre de dos niños,

comienza diciendo mi abuela,

mirando de reojo el contenido de la fuente.

Ya sabes le contesto, tú misma decías

que lo hijos han de traerse sin pensar.

Traerlos y deshacerse de ellos, añade mi bisabuela.

Vierto aceite sobre la bandeja,

me pongo a picar ajo.

Cuando la guerra, esta le dio paso libre a tu abuelo.

Nos lo dimos mutuamente responde.

 

El silencio es otro condimento

entre platos y vasos.

¿A esto habéis venido a mi cocina?

Tú no te quejes tanto,

que todavía te visita la sangre cada mes.

Además, no eres tan distinta de nosotras.

Y me he quedado observando su silueta,

la curva de su nariz, los bordes difuminados.

 

Cierro los ojos

y sigo raspando con el cuchillo.

Las escamas de mi piel sobre la tabla de la cocina.

 

Cuando me dispongo a encender el horno

las tres mujeres han desaparecido.

Intento quitar el anzuelo,

afiladísimo signo de interrogación.

 

 

 

Leire Bilbao

Aguas madres

 

Traducción de Ángel Erro

 

La Bella Varsovia


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