Lluvia repentina
Él no
pierde el tiempo
en recuerdos. Ahora
menos que
nunca. Ahora que
le incomoda
hasta su
modo de pestañear.
Ahora que
dejaron
atrás la costa y empiezan el
ascenso
de
montañas que de cerca dejan de ser azules.
Ahora
que las cenizas de su
cigarro caen en
las alfombrillas
de hule cada
vez que el
automóvil acierta
una irregularidad en
el
asfalto.
Ahora que se cruzan las miradas en el
retrovisor y
que, inopinadamente, estalla una
lluvia de
granizos pesados, como
si alguien
hubiera
roto el parabrisas del cielo.
Luis
Chaves
Asfalto
– Un road poem
Ediciones
Liliputienses
No hay comentarios:
Publicar un comentario