Nunca saldré vivo de este mundo.
HANK WILLIAMS
SPARRINGS
Mi
abuelo trabajó en una mina. Antes había sido
huérfano,
sparring de boxeadores de tercera fila
y legionario. Vio como Franco le pegaba un tiro
en la
nuca a un lejía que se había negado a comer
el
rancho porque aquella bazofia
no
había dios que la comiera.
Franco en
persona había castigado a mi abuelo
a
cargar a la espalda con un saco de 25 kg. de peso
durante
una semana entera, tanto de día como de noche.
Mi abuelo
siempre llevaba un cigarrillo detrás de la oreja,
lo
encendía con la colilla del que estaba fumando.
Tenía asma,
mi abuelo. El médico de la aldea le advirtió:
O dejas de fumar o te mueres, así de claro
te lo digo.
¿Y para qué quiero vivir si no puedo fumar?
Murió 2
años después, pero no a causa del tabaco
ni de
ninguna enfermedad asociada a su consumo.
Murió de
un derrame cerebral a la edad de 61 años.
Su nieto
trabajó en una empresa del metal. Antes había sido
preso común,
delincuente juvenil y un mal estudiante.
Vio al
Generalísimo en el Muelle de Oriente
Los aplausos
de la gente sonaban como disparos.
El Innombrable
iba vestido
con un
traje de la primera comunión.
Andaba encorvado.
Quizá le
habían castigado a cargar en la conciencia
con el
peso incalculable de todas y cada una de sus víctimas.
Su nieto
bebe sin control
y se mete una raya de farlopa tras otra.
Su nieto
también fuma. De hecho fuma tanto como su abuelo.
Sin embargo,
no tiene asma. Diabetes de debut. Eso es lo
que
tiene.
Si
dejas de beber, de fumar y de drogarte
podrás
vivir sin problemas hasta la jubilación.
¿Y para qué quiero vivir si no puedo hacer ninguna
de esas cosas?
Lo
pensó, pero no lo dijo; en realidad, ni siquiera lo pensó.
Su nieto
quiere vivir a toda costa, al precio que sea, como sea.
De todos
modos, se ponga como se ponga, y haga lo que haga,
él
también se morirá.
David
González
El amor
ya no es contemporáneo
(Poemas
y relatos 1997 – 2004)
Ediciones
de Baile del Sol
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