22veintidós
LA
COLA del paro,
un lugar de derrotas,
sabe
a buenos días,
y a
puertas que se cierran.
En la fila de los des-oficiados
sientes un cierto dolor sin prisas,
el embargo del corazón,
un futuro incierto.
La
cola del paro es
el
grito sordo de algunos,
la
expresión del “venga en otro momento”,
lo
absurdo del despido.
En la fila de los “sin trabajo”
vives un lenguaje con números,
miradas a punto de dormir,
la nostalgia de otro tiempo mejor.
La
cola del paro huele
a
papeles hacinados,
risas
al margen
con
gesto de ocaso.
En la fila del desempleo encuentras:
sillas ocupadas, secretarias
sin nombre, un mundo por definir,
el cosmos del llanto.
Faustino
Lobato
En el
ángulo incierto del espacio
Diputación
Provincial de Badajoz
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