Sé
que surjo insoportable amando el tráfico,
sirenas,
montones
de gente atascando las aceras
que
adelanto a saltos desde el bordillo hacia
el
asfalto en un campo
a
través suicida,
actuando
como si en el paraíso en cualquier
nesga
de tierra.
Las
únicas estancias balnearias que conozco
son los
hospitales de la ciudad;
los
enfermeros, reencarnaciones de maternidad
—soy su
buena hija que,
febril,
a la casa vuelve y alegremente despiden
una vez
curada.
La
sonrisa demencial que paseo es soslayada.
Me
sustrae crédito
supongo
que por ser envidiable.
Y que
la envidia es odio,
amor
necrosado,
petróleo
ahogando todos los mares,
algo
que sólo me es dado aceptar
y no
comprender.
Sei
que surjo insuportável amando o tránsito,
sirenes
magotes
de gente atrabancando os passeios
que
ultrapasso em saltos do lancil para o
asfalto
num corta-mato suicida,
agindo
como se no paraíso em qualquer
nesga
de campo.
As
únicas estâncias balneares que conheço
são os
hospitais da cidade;
os enfermeiros,
reencarnações da maternidade
—sou a
sua boa filha que,
febril,
à casa torna e alegremente despedem
quando
curada.
O
sorriso demencial que passeio é soslaiado,
subtrai-me
crédito
suponho
que por ser invejável.
E que a
inveja é ódio,
amor necrosado,
petróleo
a sufucar todos os mares,
algo
que só me é dado aceitar
e não
compreender.
Catarina
Santiago Costa
Taxidermia
La
traducción ha corrido a cargo de Leonor López de Carrión
Ediciones
Liliputienses
No hay comentarios:
Publicar un comentario