OFICIO
DE ESPERAR
Oficio
de esperar
en esos
bares con biombos rojos
donde
todas las citas soninciertas
y
mienten los amantes
que no
asumen el riesgo de ciudades portuarias.
Oficio
de esperar
y ese
suspense,
esa
bella ignorancia del origen,
cuando
dudamos de los barcos
y el
miedo flota en jarras
de
cerveza de baja graduación.
La
noche será larga, perfilada
en las
ojeras de las prostitutas.
Y al
final el sentido
no
estará en esperar, ni en los reproches,
ni en
escondernos de los compatriotas.
Habrá
un abismo y en el centro mirtos.
Y ese
hábito oscuro, esa sospecha,
el
aislamiento que nos humaniza.
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OTOÑO EN TANGER
Era un
otoño al límite
mas no
desperdiciamos
ninguna
madrugada en las tabernas.
Guardábamos
silencio
y
cenábamos pan con aceitunas
y
cerveza caliente.
Nunca
supe muy bien cómo llegar a ti,
a tu
cuerpo espigado
acostumbrado
a huir por las cornisas,
a tus
días deshechos en esperas
delante
de cafés
idealizando
siempre los países del norte.
Soñaban
melodías orientales.
Venían
a sentarse las mujeres
del
amor mercenario
y
contaban historias familiares:
abuelos
combatientes en la guerra
que
fueron reclutados a millares
por
aldeas del Rif.
Visados
denegados, contrabando,
Hermanos
que se ahogaron en patera.
Queda
de aquellas noches
más de
una verdad apabullante,
anillos
pasajeros
y unos
besos robados a trasluz.
Amanecer
con restos de colonia barata.
Verónica
Aranda
Café
Hafa
El
sastre de Apollinaire
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