Miércoles 14 de octubre
Cuando
mi hija no está parece que los objetos se vuelven más pesados y solitarios. Hay
una tristeza vegetal que recorre la casa y una mano de sombra va tocando su
cama, su ropa, sus dibujos…
Yo vivo
en los huecos que la niña ha dejado, me escondo allí y espero.
Es
entonces cuando llega el perro del dolor, se tumba a mi lado y comienza a
custodiar mi vida.
Sábado 28 de noviembre
¡Mira!:
Los gorriones, saltando de rama en rama, están quitando peso al mundo…
Martes 8 de diciembre
¿Puede
alguien decirme qué ocurrirá cuando la flor y el cadáver terminen por
encontrarse?
Domingo 31 de enero
Hoy
también me he sentado junto a la ventana y he tratado de cerrar la herida de la
vida con el hilo negro de la escritura.
Sábado 7 de febrero
Primero
desperté de un sueño y después desperté de otro… Voy despertando sucesivamente
de diferentes sueños, y cada vez que despierto de uno veo a mi lado gente
dormida.
Seguramente
ahora alguien me esté viendo dormido a su lado.
Domingo 7 de marzo
La niña
ha hecho un poema loco sobre un río de oro y un pájaro que llora. Ha conseguido
el milagro de la poesía, que no es otro que el de añadir misterio al misterio.
Viernes 16 de abril
Estas
páginas son sólo el desorden de los últimos días, el temblor de una mano que
mata o que muere. Un combate interminable entre la tristeza y la alegría.
Hablo
de un amor que sigue creciendo en mitad de todas las despedidas.
Jueves 6 de mayo
Este
diario marcha ya hacia el silencio, va camino del olvido. Como un sobre sin
remitente ni destinatario; estas palabras, al igual que toda escritura, son una
carta dirigida a la nada.
Beñat
Arginzoniz
El
desorden de los últimos días
Ediciones El Gallo de Oro
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