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sábado, 15 de enero de 2022

TRES POEMAS DE ROJO-DOLOR ANTOLOGÍA DE MUJERES POETAS EN TORNO AL DOLOR

 

 

 

 

AMALIA BAUTISTA

(1962)

 

 

AL CABO

 

 

Al cabo, son muy pocas las palabras

que de verdad nos duelen, y muy pocas

las que consiguen alegrar el alma.

Y son también muy pocas las personas

que mueven nuestro corazón, y menos

aún las que lo mueven mucho tiempo.

Al cabo, son poquísimas las cosas

que de verdad importan en la vida:

poder querer a alguien, que nos quieran

y no morir después que nuestros hijos.

 

(Cuéntamelo otra vez, 1999)

 

 

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ANA ARES

(1971)

 

 

PARA HACER EL VACÍO

 

 

Hágase un agujero

en un objeto hermoso.

 

Para ello, busque siempre

recónditos auspicios de dulzura,

una pequeña mancha o picotazo.

Es bastante una peca o un lunar,

una boca, un oído.

 

—Valga también

allí donde una arruga

revele el material más delicado—.

 

Perfore lentamente.

Hágalo un arte.

Aplique entonces

su completa intención sobre la llaga.

Pegue los labios, selle la hendidura

y que ya nada entre ni salga del objeto

si no lo da su boca o lo requiere.

 

Libre, pero inocule.

 

Una promesa ahuyenta

durante días la coagulación.

Que sea su saliva un agua escurridiza

que no solidifique,

ni deje opción alguna

a instantes posteriores.

 

Deténgase cuando el objeto pierda

el contorno admitido de su forma,

cuando sea

cualquier otra cosa.

 

(Atreverse al mar, 2008)

 

 

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MARÍA GARCÍA ZAMBRANO

(1973)

 

 

[SOY LA DULCE LETANÍA DE LOS NIÑOS MUERTOS…]

 

 

Soy la dulce letanía de los niños muertos en este hospital.

La silenciosa que seca sus lágrimas.

La que reza por cada neonato.

 

Soy el asombro del miedo        el ahínco

el paso firme por baldosas que se mueven.

(Mis labios pueden amar la espina

besar los bordes afilados de la rosa).

 

Soy la madre asistida por la madre

y firmamos el armisticio con los bisturíes.

(Mi cuerpo se bate contra la patología).

 

Soy la escriba que registra el latido

de una vida encarnada en la magia.

(Las manos no se ahogan en un mar que anega

camillas y goteros).

 

Soy recipiente de un líquido inflamable.

La tierra el surco el árbol

la luz alógena de este amanecer.

 

(Hundo mis pies en lo real y te libero, hija mía,

de los falsos sabios).

 

(La hija, 2015)

 

 

 

Rojo-dolor

Antología de mujeres poetas en torno al dolor

 

Edición de Ana Castro

 

Editorial Renacimiento


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