CURADME
a mis hermanas locas a las que siguen torturando
Queréis
curarme de enfermedad.
Queréis
curarme de biología,
de
herencia genética,
de mi
exclusivo sistema límbico.
Curadme
de vacío, si es que sabéis que lo nombro;
curadme de sombras,
de diluvios,
curadme
de abusos sexuales, de enredaderas creciendo,
curadme
de descensos, de entrañas,
curadme
de mi pobreza y no os sentiréis tan frustrados.
Curadme
de vuestros medicamentos, de vuestra industria,
curadme
de vuestra suficiencia,
curadme
de vuestras correas, de vuestras coerciones. Curadme, si
queréis,
de custro dominio sobre lo que siento.
Curadme
por dentro las autolesiones,
curadme
como profesionales las vidas que he ido extraviando;
curadme
del estado de shock de un dolor muy profundo.
Curadme
del individualismo que promovéis,
del do
it yourself, del «si tú quieres, puedes».
Curadme
de las olas que vienen rompiéndose en mí,
curadme
de todas las etiquetas que me habéis hecho colocar y
ocultar
al mismo tiempo.
Curadme
de trabajos mal pagados, de amistades que se alejan;
curadme
de la incomprensión de los míos,
sobre
todo, curadme de la luz de gas.
Recién
comienzo a vivir sin odiar mi sufrimiento, mientras vuestras
palabras
lo envilecen.
Yo manejo
mi abismo,
salid
de él de una vez. Dejad de curarme.
Sara R.
Gallardo
ex vivo
Ya lo
dijo Casimiro Parker
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