LE HAVRE
El niño
africano mira por la ventana del autobús.
En
occidente el sol es negro y las consecuencias
están a
la vista: nadie resiste, nadie gana.
Nadie
comprende
porque
cada vez se respira peor.
Pero
todavía existe el brillo del otoño,
la
imagen rota del internacionalismo proletario
y esa
dignidad de la piedra gastada.
No hay
plantas, hay arrabales junto al puerto
y la
impugnación por la vía sentimental de la Europa fortaleza
y
rostros excavados en un proceso de acumulación abortado.
Una
historia minúscula que explica
las
razones de la violencia del color de los árboles
aviso:
este poema no trata del otoño, trata de la usura.
Los
buques sirven para escapar y la muerte
no
puede con nosotros. Esa moral
es lo
que aprendemos en la luz de Normandía.
29
de noviembre
Daniel
Salgado
Huelga
general
Antología
Selección
de Alberto García-Teresa
Traducción
de Miriam Reyes
Marisma
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