La
aldea en la ciudad
En el
bar los pobres toman cerveza barata
mientras
maldicen a la empresa que les explota
Se abre
otra botella Alguien se levanta y va al
baño:
veinte letrinas:
todas ocupadas Día de lluvia Gotea el alero
plop
plop plop Es la única música antigua
que le queda a la ciudad
En el
cuarto viejo toda la noche escucha la lluvia de primavera
muchas piernas
se enfrentan a un nuevo ataque de artritis
En las
casas preparadas para su demolición
hace años
que nadie cambia los viejos pareados
de las
puertas antes guardadas por el Dios del Umbral
Desde
que el último profesor murió el año pasado
no
queda nadie en la aldea capaz de escribir con pincel
La
bruja cobra por adivinar pero dice cualquier cosa
Eso sí,
si alguien se enriquece sin duda lo predijo ella
Lengua rápida,
ya lo sentenció hace rato
que el
aljibe huele mal que los álamos están torcidos
Queda el
Rengo Li Si Nuestro Xia Gao voló bien
lejos
Cerró el
negocio de conservas cerró el sastre se oxidó
el
puesto del herrero el tejedor se volvió a Hunan
El supermercado
resplandece lleno de gente
se paga
al contado no está la viejita que fía el toufu
Se escucha
a través de la pared a los mafiosos
jugando
al póker uno reparte las cartas
El hijo
mayor vende montou el del medio recoge basura
el
tercero sin nada que hacer, de cuclillas en la esquina
La chica
piensa en esos desconocidos: elegir a uno para salvarse
Hacia el
sur hay fincas hacia el norte edificios
hacia
el oeste el gran hotel hacia el este el aeropuerto
Esta gran
ciudad no fue pensada para los campesinos
O
participas o te largas Lárgate La policía
está expulsando
a los que nacieron aquí
Ah Esto era antes su tierra: trigo y arroz
estanques
con flores por todas partes ranas
viejos
peros amarillos atardeceres luz de luna
Los
dueños de la tierra están cercados La
aldea
convirtió
en una cueva de ratones Los más jóvenes
creen
que las abuelas son extraterrestres
Aún tras
tocar fondo las familias en la primavera barrosa
ponen
las sábanas a airear y dan luz a mujeres bellas
La chica
acicalada que sirve el té en la tienda
es como
una esmeralda en un dedo sucio
Mucho más
linda que Yang Yuhuan que Lin Daiyu que Zhao Feiyan
Mucho más
linda que Diana mucho más linda que Brook Shields
con su
cara igual que un huevo de cisne con su cintura de sauce
y una
alegría salvaje un corazón sencillo y dispuesto a todo
que ninguna
de esas bellezas célebres jamás tuvo.
Yu Jian
Un país
mental
100
poemas chinos contemporáneos
Selección
y traducción de Miguel Ángel Petrecca
Kriller71ediciones
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