La primera
vez que fui a Agosto Clandestino fue en septiembre. Y en 2015, hace cinco años.
Esa tarde presentaban a Olvido García Valdés y a Luis Casado, dos enormes
poetas. Fueron los libros 170 y 176, que guardo con sus dedicatorias. Después no
he faltado ningún año a la cita. Lxs compañerxs que organizan este festival
durante todos estos años han publicado más de doscientos libros, más de 60.000
ejemplares, que habitan miles de bibliotecas alrededor de la ciudad que cuida
el Ebro. Hoy 4 de agosto estamos con ellxs. Por la poesía.
Querido Pablo, nosotrxs también estamos contigo, es un orgullo que formes parte de nuestra familia clandestina.
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