ROJAS
(A la manera de Olga Novo)
Querida
abuela muerta por quistes hidatídicos,
abundan
en Castilla los pueblos con falange y con iglesia.
Te moriste
a mi edad y con dos niñas, tan niñas entonces, luego solas,
a
merced de los siglos de tareas, deberes, devociones,
las
horas que pasan de violencia y silencio.
Te
moriste y venías de bando masacrado:
a tu
padre, ya sabes, las hostias del cuartel, cada día antes del campo y la faena,
la venganza del perro.
Te
casaron al alba.
Querida
abuela muerta por quistes hidatídicos,
tus
nietas estudiamos, somos hijas amadas. Follamos con varones escogidos después
del necesario desacierto. Vivimos y viajamos, coche, empleo, palabras, nuestro
coño en las manos a manera de ofrenda. Honramos tu memoria.
Intentamos
ser dignas.
Querida
abuela muerta, a tu cuerpo incorrupto tu nieto le anuda un lazo tricolor.
Querida
abuela roja casada con un hombre de familia delictívamente azul:
hoy ha
muerto tu único marido.
Hoy
siento pena histórica y el llanto de mi madre siempresiempresiempre huérfana.
Querida
abuela muerta por quistes hidatídicos, no me olvido; a tu primera hija la
llamaste Amor.
Moriremos
por amor o por el cáncer, por un extraño ataque terrorista. Tus nietas
moriremos en aviones, un poquito, sólo un poco, de piadoso seconal.
Mi
primer lexatín me lo dio la doctora titular que trabaja conmigo con el
congreso.
Oh,
representación; oh, democracia.
Querida
abuela roja, cada día, cruzo un arco de fusiles con tu miedo y tu risa en los
talones.
Tú
también entras.
Pero en
cada noche, en cada huir, vibra tu cuerpo roto y rojo.
Alba González
Sanz
Insumisas
Poesía
crítica contemporánea de mujeres
Selección
y edición de Alberto García-Teresa
Ediciones
de Baile del Sol
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