Atari
Teenage Riot en Oaxaca
El día
que colapsó la historia
me la
estaban jalando
en un
puticlub de Zihuatanejo.
Un
petirrojo me avisó por la ventana.
Los
petirrojos guardan los secretos de la civilización.
Salí en
calzoncillos al parque
a ver el
espectáculo.
Me senté
en un banco.
Un viejo
de pelo blanco paso despacio
y me
miró con expresión adusta.
Ese
cabrón también sabía algo.
El sol
cayó
envuelto
en vertidos tóxicos,
de los
océanos emergieron
10.000
millones de zombis
con la
boca abierta
balbuceando
la muerte térmica del universo.
Los
jamones colgados en la tienda Escada
goteaban
sangre encima de las pijas.
Richard
Brautigan salió de un contenedor verde de basura
con una
camiseta de El Niño Gusano
y me
susurró al oído:
“Soy
el mejor. El día ha llegado”.
Rafael
Sanz Sierra
Duelo en
código Malware
Ediciones
Oblícuas
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