Memorial del provocador
de sueños
La poesía es un sueño provocado,
un potro escondido en un bosque de
niebla,
el niño que azota el agua con una
serpiente muerta,
las terrazas de agua por donde viajan
los salmones al desove,
un barco cargado de palabras
saqueado por monjes y escribanos,
una muchacha que toca el arpa de la
lluvia,
la cava de tu voz untada de apio o de
canela.
La poesía es un sueño provocado,
un ruido de pasos en las catedrales de
la noche,
una mujer del desierto que inicia su
danza
para espantar a los chacales,
un ganso perseguido por los perdigones
del granizo.
La poesía es un sueño provocado,
un fantasma que cruza las fronteras como
pedro por su casa
un gato, ese anarquista de los tejados
que duerme en un sillón su profundo
nirvana,
la primera noche del hombre salido de la
cárcel,
un hombre que se niega a ir a su propio
funeral.
La poesía es un sueño provocado,
alguien que regresa de las provincias
del silencio.
Juan Manuel Roca
Temporada de estatuas y Biblia de pobres
editorial praxis
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