AJUAR
Una navaja siempre a mano,
colgada del delantal o en el bolsillo.
Igual corta las setas, los cardillos, las
fieras
tan verdes del arroyo
que el pan en rebanadas del almuerzo.
Al casar una moza,
su regalo primero la navaja.
Escarba criadillas y collejas,
simula gorrioncillos y pequeñas
cariátides
si tala las bellotas,
o pincha una tajada
de magro y en la cena
le alarga pedacitos a su niña.
Con navaja y cuchara ya el cubierto
al tajo y en la mesa.
Pelar un higo chumbo
y al gallo rebanarle el resuello,
la madre de familia
madura con navaja.
Doméstica y cerril,
fulgurante y sencilla,
primorosa.
Hoja bien afilada, recias cachas.
Una moza ya está
puesta de largo
con su fértil navaja.
Juana Castro
Antes que el tiempo fuera
Ediciones Hiperión
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