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domingo, 13 de enero de 2019

TRES POEMAS DE ISABEL MARTÍN DE 90.3 VACIANTE




¿tú de quién ereh?






¿Yo?
De la Damiana, la de Mariquita Simón López
y del tío Diego de la tía Damiana.



En las noches de luna y clavel
de Ayamonte hasta Villa Real
sin rumbo por el río...”(1)
La hermana de María.

La sobrina de Simón, Felipe y Ana.

La de la Tata Beatriz y el tito Andrés el Bolero.
La prima del “Chapa”, el Juan y el Miguelito (de la Tata).

Soy la de:
¿cuándo va’ a vení’ pa’ hacerte las papas con pintarroja (2)?

Agüela, pa’ mí no eshe cohto (3)
que estoy más liá que un palangre (4) aquí
y no sé cuándo voy a poder tirar pa´ Poniente (5),
aunque te digo una cosa,
hay gaviota’ en tierra6, barrunta vendavá’(7),
así que de aquí a na’ estoy en La Punta.

Amá, ve aviando unas peluitas (8).
Y en las playas de Isla
se perdieron las dos,
donde rompen las olas...”


1. ”María la Portuguesa” Carlos Cano, 1990.
2. Pintarroja: tipo de tiburón.
3. Para mi no eches costo. Costo : avituallamiento que se lleva en el barco para la comida de los marineros.
4. Palangre: tipo de aparejo utilizado para la pesca artesanal consistente en una línea única, principal ramificada con líneas de anzuelos conectadas a ella.
5. Poniente: la Punta del Moral se encuentra en la Isla Canela, en la frontera con Portugal. A no ser que estés en el lado portugués del Guadiana, tú siempre te encuentras al levante de la Punta, por tanto, si quieres ir hacia allí, tu dirección siempre será Poniente. “Tirar pa´ poniente” significa ir hacia la Punta desde cualquier punto que estés (a este lado del río).
6. Hay gaviotas en tierra: indicador de que hay o habrá mal tiempo.
7. Barrunta vendaval: tener la sensación de que va a ocurrir una cosa, en este caso “parece que va a hacer mal tiempo, que puede haber viento muy fuerte”.
8. Amá ve aviando unas peluitas: Mamá, ve preparando mi pescado favorito. Peluitas, también se conocen como pelujilla, peludilla, tapa… Se parecen a las acedías o a un lenguado pequeño.
Nota tercera edición: la frase “Amá ve aviando unas peluitas” es imperativa. Da por supuesto que la madre tiene que efectuar esos cuidados porque es lo que el rol de género atribuye como un deber intrínseco a su condición como mujer. No hay atisbo de reconocimiento ni gratitud de quien la pronuncia sobre todo lo que ha de pasar para poder comer ese pescado: comprarlo o recogerlo de “anca” la Tata, limpiarlo, ponerle la harina, preparar la sartén, freírlo, poner la mesa, servirlo, recoger, limpiar todos los cacharros y la cocina.
Una frase que incorpore que otro mundo mejor es posible podría ser: “Amá, voy aviando unas peluitas, ¿tú quiereh? Po´ toma un vinito y sientaté que ya estoy terminando de freírlas”. Y te sientas con tu madre a comerte el pescaito, cuidao`las espinas están a los lados y son mu´ chicas









Ellos machan


En nuestra sociedad los hombres han sido los autores reales
o potenciales de la guerra. Desde que los hombres nacen, se
les forma y moldea para que sean capaces de ejercer poder
político, de identificar sus intereses con la nación-estado y de
destruir la vida. Los hombres han estado en una posición que
les ha permitido prepararse para la guerra,
declarar la guerra y hacer la guerra.(12)


Fernando Hernández Holgado



Los machos machan a sus anchas a lo largo del mundo.
Los machos van machando hacia sus guerras,
las guerras
que han hecho sus machadas.



Los machos machan y a su paso
la desigualdad continúa más grande cada vez.



Los machos machan a sus anchas



y nosotras,
seguimos haciendo en las sombras
que el mundo
no se muera.






12. Miseria del militarismo: una critica del discurso de la guerra. Cap V: Mujeres y guerras. Militarismo y patriarcado. Fernando Hernández Holgado



Check out


[...] el 25,96% del total de casas (Feria-San Luis) ya son de uso turístico.
Los datos confirman que la zona «está saturada», así como el temor
vecinal de que «cada vez hay menos viviendas y más caras», con una
subida del veinte por ciento en el precio
del alquiler en el último año.


El correo de Andalucía. Sevilla/ 16 abril 2018

Nuestras abuelas ayer,
luchando para “darles estudios”:
fregaron sus suelos,
cocinaron sus guisos,
blanquearon
sus paredes,
lavaron a mano sus ropas…



Nosotras hoy,
con dos carreras y un máster:
fregamos sus suelos,
limpiamos sus sábanas,
barremos sus pelusas,
chequeamos su entrada al apartamento,
check in a partir de las cinco,
check out antes de las doce,
las llaves en el buzón…



Pues algo sí hemos cambiado.






Isabel Martín
90.3 de vaciante
Editorial Crecida





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