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miércoles, 26 de diciembre de 2018

UN POEMA DE JACUZZI DE AMPARO ARRÓSPIDE




Del salón en lo umbrío la dueña
olvidándose polvo en la rama
ni una nota dormía en la cuerda
ni una nota arrancando del arpa
de la cola del arpa la cerda
en el genio del alma lavada
si no espera la voz de su lázaro
ni una trampa de limo descalza
si en el fondo no hay mano de ingenio
ni pájaro pájara

Con mi llorar las piedras enternecen
su natural dureza y la quebrantan

Pero más que me quemo despertando
las aves y animales y la gente
Pero dura que el mármol a mis quejas
si no me duelo corres y desdeñas

Por ti el silencio de la calle no
soñaba que en el tiempo del estío
portando en picos de excremento frío
baña la rosa clara en tornasol

la virgen de las medias y las viejas
tomando el sol en sillas de auscultar
carámbano el pezón amurallado
o suave seda de suntuosa sierpe
dedos danzantes
y son de lacrimal en pie de rima
llevaba (por pasar allí la siesta)

Con mi llorar las piedras enternecen
su natural dureza y la quebrantan


Amparo Arróspide
Jacuzzi

Amargord Ediciones


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