Se besan
las orillas en un parpadeo
y es
urente el sol en su cauce.
Una
cabeza mesada hundiéndose recita
las
caravanas que pasan bajo el agua.
Y las
palabras de los ahogados se abocinan
en la
pizarra, en el alféizar, en los parterres.
La calle
es indígena.
Victor
M. Díez
Escrito
sonámbulo
Amargord
Ediciones
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