ORACIÓN
POR LOS DERROTADOS
Que
la palabra se haga carne que
cubra
los huesos que la injusta derrota provoca.
Que las
cenias construyan muros
que
abracen la miseria y la rabia hasta olvidar el dolor.
Que los
silencios a los que el terror precedió
sean
música tierna para el futuro que se dibuja en las plazas.
Que sus
entrañas cercenadas se recompongan
entre
estrellas y lunas, iluminando el futuro que esperas.
Que el
vientre de las madres y los hijos que se fueron
acoja el
deseo de un mañana preñado de belleza.
Que mis
ojos no olviden sus heridas y silencios,
que el
tiempo no destruya este anhelo en la distancia.
Monserrat
Villar González
Bitácora
de ausencias
Amargord
Ediciones
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