Yo
entré en aquella jaula en lugar de la fiera...
Yo entré
en aquella jaula en lugar de la fiera...
y gravé
mi condena y mi apodo en prisión,
habité
junto al mar y jugué a la ruleta,
y
vestido de frac comí con no sé quién.
Asomado
a un glaciar he visto medio mundo,
tres
veces naufragué y dos me acuchillaron.
Abandoné
el país que me daba sustento.
Quienes
me han olvidado son casi una ciudad.
Vagué
por las estepas que aún recuerdan al huno,
vestí
lo que hoy ha vuelto a ponerse de moda,
sembré
trigo, cubrí los graneros con brea,
y sólo
me faltó beberme el aguarrás.
Dejé
entrar en mis sueños el ojo azul del guardia,
comí el
pan del destierro sin dejar la corteza.
Permití
a mi garganta todo menos aullar.
He
pasado al susurro. Ya cumplí los cuarenta.
¿Qué
decir de la vida? Que ha resultado larga.
Sólo
con la desgracia me siento solidario.
Pero
mientras mi boca no se llene de barro
de ella
sólo verán brotar la gratitud.
Joseph
Brodsky
El
explorador polar
Traducción
de Ernesto Hernández Busto
Kriller71ediciones
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