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miércoles, 10 de octubre de 2018

LA MUJER ES UN BELLO, IMPLACABLE ANIMAL UN POEMA DE MARÍA ÁNGELES PÉREZ LÓPEZ




La mujer es un bello, implacable animal
que se pinta con nieve el corazón.
Una osezna que hiberna largamente
pero pare a sus crías en el frío,
un animal feroz, sobrepasado
por su propia pasión, temperatura
que derrite la escarcha y los desaires.
Mientras el oso duerme, merodea,
mastica con desgana los recuerdos
y rebaja su tasa metabólica,
ella desgasta el tiempo del glaciar
como hielo que vive en su tormenta,
su estallido feliz, cristalográfico
que le devuelve el modo más flexible
y líquido, también nombrado amor
o arroyo que le corre por las patas
y hace bajar al hijo, a los oseznos
hasta el suelo en que habrán de levantarse.
Entonces toma nieve y se calienta
el corazón blanquísimo y ardiendo
en su aterida cueva silenciosa.
A nada temerá, con sus dos manos
arranca sus criaturas, sus pesares,
baja vida caliente de sus ingles,
de sus huesos inmensos y esponjosos
que se abren con dolor mientras hiberna.
Las lágrimas de esfuerzo y de alegría
pintan de sal su pelo entumecido
y al caer sobre el hielo lo disuelven.
Con el perfecto blanco sobre blanco,
la floración arisca del invierno
reverdece al igual que la mujer.


María Ángeles Pérez López
Mecanismo animal

Planeta Clandestino #202
Ediciones del 4 de agosto


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