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sábado, 14 de julio de 2018

MARTILLO Y CLAVO DE NOELIA MORGANA




Martillo y clavo


Lo confieso:
Tengo un martillo en la punta de la lengua. Apareció un día, así, de repente, junto a todas las hembras que sou.

Ahora dudo que sigas queriendo comerme la boca.

A no ser que tú tengas un clavo, o que mañana te aparezca, así, de repente. Y aún sangrando, me digas: “tenno un cavo en la puta de la legua”.

En ese momento me voy a reír y voy a ponerme tierna. Pero, aún así, aún con todo, aún estando el martillo y el clavo preparados en las puntas de nuestras lenguas... voy a dudar de que sigas queriendo comerme la boca.

Porque, te he dicho lo del martillo, pero no lo del laberinto en el coño. Supongo que me estás entendiendo.

Es tan complicado como ir corriendo a hincarte un clavo en la punta de la lengua cuando te cuente lo de mi martillo.

O tan sencillo como comerme la boca,
así, sin más, sin dejar que me explique,
y me lleve la sorpresa
de tengas dentro
lo que tengas
que tener.

Supongo que me estás entendiendo.


Maleducados




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