El agua
del torrente
baja un
bosque agudo y blanco
sobre la
espalda.
Noche de
viento frío y oscuro,
los
gatos ladran.
Años
después
me
siento en el puente
donde
las niñas dieron
sus
primeros pasos.
He
vuelto.
Embrutecido.
Delgado. En paz.
Soy toda
tu falta.
Antonio
Rigo – Poemas del bosque y de la lluvia
Muy buena poesía...
ResponderEliminarUn beso.