A veces es bueno estar no para sumar, sino
restando. El que bien está, deja espacio.
Si resulta que Dios existe, se merece una
buena bronca por el dolor y la enfermedad; luego, hasta el fin de los
tiempos, una ovación por la nieve y los arcoíris.
El poeta ama por igual al mundo y a las
palabras que lo fundan y describen.
Hay una ambición poética que no tiene
nada que ver con alcanzar éxito y reconocimiento. Consiste en
sobrepasar tus límites para honrar la belleza, el dolor y el
misterio del mundo, y compartir el esfuerzo heroico que hace el
lenguaje por reproducirlos.
La poesía no quiere exclusividad. De
hecho, te pide todo lo contrario: no ser única. Aislada de todo lo
demás, se seca y muere.
Ese lazo por el cual un artista muerto se
convierte en nuestro pariente. Yo soy hija de mis padres, pero
también de Carver y de Vermeer.
Momento trascendental en la vida de una
persona: cuando decide si ha venido aquí a acumular o a compartir.
Ana Pérez Cañamares – Ley de conservación del momento.
La Isla de Siltolá – Aforismos
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