Me acosté al lado de tu sombra,
y vi que el espacio vacío que había
entre tu pensamiento y mi mirada,
era inmenso, para un mundo tan pequeño.
Empezaron a volar añicos los versos
rojos y transparentes,
vacíos e irreales.
Según nos movíamos
dependiendo a donde nos dejaban
clavar la existencia,
(en la arena o en el mar)
Borrachos del mañana
se nos olvida vivir el hoy.
Janina Sfetcu
Algodón de azúcar y jazz
edituramega
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