Mirar
A mis
maestros
Era en
Granada,
era
invierno
pero un sol
radiante lo ocupaba todo
y los
balcones estaban abiertos
y la ropa
se secaba al sol
un perro
enorme observaba la calle
repleta de
gente con ganas de primavera
y yo
en el medio
con el
corazón lleno
intentando
mirar lejos
intentando
mirar hondo.
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